¿En qué consiste una adoración genuina?
En la esencia de la adoracíón exploramos lo que significa adorar en espíritu y verdad, hoy reflexionaremos sobre la invitación del apóstol Pablo a ofrecer nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. ¿Qué significa esto en la practica?
Tiene que ver con que a Dios le gusta que adoremos fuera de la iglesia, en nuestra vida diaria, con lo que hacemos a donde quiera que vayamos.
Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo.
Una Vida de Sacrificio Vivo
Debemos comprender que el apóstol esta realizando una invitación a los seguidores de Cristo a vivir de una manera que refleje el sacrificio que Jesús hizo por nosotros.
Esto es una manera de vivir cada día de manera genuina expresando el amor y la transformación que hay en nosotros por medio del Espíritu Santo.
Así que cuando Pablo habla de ofrecer nuestros cuerpos, no se refiere solo a un aspecto físicos sino a nuestras acciones, decisiones y toda nuestra vida.
Actos Cotidianos de Adoración
¿Cómo podemos entonces, hacer de nuestra vida un acto genuino de adoración? Por medio de cosas cotidianas y pequeñas decisiones: ¿De qué manera tratamos a los demás? ¿Cómo reaccionamos ante las ofensas o ante las dificultades? ¿Cómo realizamos nuestro trabajo o nuestros estudios?
La manera en la que resolvemos y reaccionamos deben ser un reflejo del cambio que ha producido en nosotros encontrarnos con Jesús, eso es una vida en sacrificio vivo a Dios.
Cada decisión consciente de actuar de forma justa, amar la misericordia y caminar humildemente con nuestro Dios, como dice Miqueas 6:8, es un acto de adoración.
Relaciones y Servicio Comunitario
Tus relaciones con los demás son una evidencia de una vida perteneciente a Dios, específicamente con nuestra comunidad.
Cuando servimos a otros, somos amables y somos justos, estamos adorando a Dios de manera viva.
Imagina el impacto que esto podría tener en tu iglesia, tu escuela, o tu lugar de trabajo.
Cada acción puede ser un testimonio de tu fe y un acto de adoración.
Del dicho al hecho
Te reto a que encuentres formas específicas en las que puedas hacer de tu vida diaria un acto de adoración. Quizás sea a través de pasar tiempo de calidad con tu familia, ofreciendo tu tiempo en un banco de alimentos local, o simplemente siendo más consciente de tus palabras y acciones.
Recuerda, no se trata de grandes gestos; se trata de la consistencia y la intención detrás de cada pequeño acto.
Espero que esto te inspire a ver cada día como una oportunidad para adorar a Dios. No necesitas estar en una iglesia o incluso estar cantando una canción. Tu vida diaria es el escenario donde puedes brillar para Él.”
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